El jazz se basa en gran medida en la improvisación. Debido a que el jazz es más libre y en el momento, muchos piensan que es fácil. Viniendo de un fondo clásico, este definitivamente no es el caso. Los acordes complejos se utilizan a menudo en la música de jazz que nunca se encuentran en la música clásica. Los acordes extendidos como 9ths, 13ths, etc. sonarían bastante disonantes para un oído clásico. Si Beethoven o Mozart hubieran escuchado tocar el piano de jazz, podrían haberse arrugado un poco la nariz reflexionando sobre cuestiones de armonía antes de realmente gustarle. Definitivamente me costó un poco de aclimatación apreciar este estilo de música.
Una de las cosas más complejas del jazz es la teoría. Aunque los estudiantes de música clásica aprenden mucha teoría, en realidad no se usa mucho porque los estudiantes no dependen de la teoría para tocar sus piezas. Todo lo que tienen que hacer es aprender música de las hojas y luego memorizarla.
En cuanto al jazz, hay tantos acordes e inversiones diferentes que los estudiantes deberán aprender antes de poder improvisar melodías y ritmos sobre ellos. Comprender la teoría de la música es una parte muy integral de tocar esta forma de música. Los cambios en los acordes de jazz también son muy complejos e irregulares en comparación con las piezas de piano clásico tradicional. Aunque tanto los estudiantes avanzados de clásica como los de jazz conocerán todas las escalas en diferentes teclas, los músicos de jazz utilizarán este conocimiento de manera más práctica que un pianista clásico promedio.
La técnica del dedo para ambos géneros puede ser extremadamente difícil. En mi opinión, ninguno de ellos es más difícil que el otro, aunque muchos riffs clásicos pueden ser un poco más complejos, ya que las melodías de jazz a menudo se crean al escalar. Aprender complejos riffs clásicos y de jazz requerirá mucha dedicación y práctica para dominar, y la técnica adecuada de los dedos dictará qué tan bien se puede tocar en ambos géneros.
En conclusión, los dos géneros tienen diferentes obstáculos y desafíos que los estudiantes tendrán que superar y enfrentar. Yo diría que ambos pueden ser igual de desafiantes pero solo en diferentes aspectos. Un verdadero maestro pianista tendrá un amplio conocimiento de ambos.
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Sara Bañeras estudió canto de la mano del tenor Dalmau González y la soprano Ofelia Sala y en 2018 obtuvo el Máster en Ópera en el Conservatorio Superior de Música de Valencia con honores.
