El uso del trípode es prácticamente imprescindible por varias razones.
Por lo general, en la fotografía de arquitectura y diseño de interiores trabajamos con diafragmas muy cerrados, porque al tener toda la toma enfocada, no podemos abrir el diafragma demasiado grande.
Aumentar el ISO tampoco es una solución efectiva, ya que agregaría mucho ruido a la escena y perdería calidad, por lo que todo lo que tiene que hacer es jugar con la velocidad de obturación.
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La única forma de capturar más luz con velocidad es mantener el obturador abierto por más tiempo para que capture más luz, pero eso significa que la cámara es totalmente estática y no tiene movimiento.
Si transmitimos movimiento o vibración a la cámara cuando el obturador está abierto, tendremos una foto temblorosa y borrosa, por lo tanto, el trípode es una pieza necesaria para este tipo de fotografía.
Además, es importante tener la cámara fija para mover los diferentes elementos y objetos, para enfocar el encuadre, para comprobar las líneas verticales y paralelas. Hacer esto con la cámara en la mano lo hace realmente difícil.
En tiempos difíciles o condiciones de iluminación, necesitaremos la cámara estática para tomar fotografías con diferentes exposiciones y fusionarlas para obtener una toma equilibrada y una iluminación bien compensada. Esta situación es muy común en la mayoría de los informes de arquitectura.
Para empezar, puedes usar cualquier trípode bastante resistente, con una rótula de bola de cualquier tipo, pero a medida que avanzas, te recomiendo usar un trípode con una rótula micrométrica.
