miércoles, 7 de abril de 2021

Síndromes de dolor y fisioterapia


Crecemos con el modelo médico de lesiones y enfermedades en la cabeza, es nuestra forma de entender lo que nos sucede. Cuando se produce un dolor u otro problema, el médico investiga y determina la falla en un órgano o sistema corporal en particular, enfocando el tratamiento para mejorar el mal funcionamiento de la pieza. Luego, el problema desaparece o se controla, como la curación de una fractura, la recuperación de la neumonía después de los antibióticos y el reemplazo de una articulación artrítica. Sin embargo, hay un grupo de condiciones de dolor que no se ajustan bien a este sistema y no son reconocidas ni tratadas de manera generalizada.

En el dolor normal, como el de un esguince de tobillo, los mensajes de dolor pasan a la médula espinal en la espalda, excitando los nervios que llevan el dolor hacia el cerebro. Estos mensajes entrantes hacen que los nervios de la médula espinal se vuelvan muy excitables, amplificando los mensajes a medida que se envían, lo que nos hace sentir mucho dolor. Esta excitación se calma a medida que la inflamación y el dolor se reducen y los nervios de la médula espinal vuelven a la normalidad. Sin embargo, este proceso de amplificación puede ser muy poderoso y crear un problema de dolor sin señales de dolor entrantes. Cuando esto sucede, una persona tiene una condición de dolor pero sin daño o lesión subyacente en el tejido físico.

Ejemplos de síndromes de dolor son el síndrome de fibromialgia (FMS), el dolor crónico generalizado (CWP) y el síndrome de dolor regional complejo (CRPS). Una lesión leve o moderada de muñeca o tobillo, seguida de inmovilización, puede convertirse en una articulación tensa, rígida, hinchada y dolorosa con muy mal funcionamiento, lo que lleva al diagnóstico de SDRC. El yeso o la férula deben retirarse lo antes posible para permitir que comience la rehabilitación fisioterapéutica, educando al paciente sobre el dolor que debe afrontar mientras ejercita su articulación cada hora. El fisioterapeuta trabajará los movimientos pasivos, activos y funcionales, asegurando al paciente que el dolor que está sufriendo es vital para su recuperación.

Los síndromes de dolor generalizados son problemas muy desafiantes para el paciente y son muy difíciles de tratar con éxito. CWP muestra hipersensibilidad de los puntos gatillo en el vientre de los músculos, puntos específicos que son muy dolorosos de palpar y remiten el dolor a las estructuras cercanas. El tratamiento de fisioterapia Sant Cugat consiste en un programa de ejercicios, estiramientos, acupresión, consejos de corrección postural y acupuntura. La fibromialgia tiene los síntomas típicos de CWP con la adición de dificultades para concentrarse, IBS, fatiga severa, sueño no recuperado, sueño deficiente, hipersensibilidad a la presión y una reacción exagerada a la actividad.

Un psicólogo clínico es vital si se quiere lograr un manejo exitoso de las personas con síndromes de dolor, ya que tienden a producir ansiedad, ira, mal humor y depresión. Los pacientes exhiben un mal afrontamiento, comportamiento no asertivo, agresividad, pensamiento negativo y dificultades para apegarse a un plan de terapia. Un historial de abuso, tanto en las relaciones de adultos como en la infancia, es común especialmente en FMS y puede tener un efecto dominante en el enfoque del paciente y sus relaciones con los demás. Para ayudar a estos pacientes durante este tiempo se necesita un psicólogo clínico y es poco probable que el tratamiento exclusivo de un fisioterapeuta sea útil.

Un programa de manejo del dolor de FMS cubre varias habilidades y estrategias psicológicas, incluida la actividad de ritmo, pensamiento realista y negativo, asertividad y habilidades de comunicación, atención y aceptación, establecimiento de metas y planificación, validación de la realidad de la condición y reducción del aislamiento al conocer a otros con la misma condición. La comunicación pasiva con familiares, amigos y otras personas es muy común y esto conduce a la ira y la frustración, ya que no pueden aclarar sus necesidades. La naturaleza muy negativa general de la experiencia del dolor conduce a un sesgo negativo al pensar en el mundo y sus problemas.

Los síndromes de dolor no son susceptibles de tratamiento médico normal, pero los medicamentos pueden ser útiles si no aumentan la confusión mental o la fatiga. Se administran medicamentos como la amitriptilina, que se usa inicialmente para la depresión, para reducir el dolor y mejorar el sueño. Un programa de ejercicio gradual, guiado por un fisioterapeuta, puede mejorar la fuerza, el estado físico y, por tanto, la capacidad funcional. Los pacientes informan que el estiramiento es útil, especialmente si el dolor es lo suficientemente intenso como para impedir el ejercicio. Las personas que padecen síndrome de dolor se benefician de un enfoque multidisciplinario y una estrategia estructurada.

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